La termografía infrarroja es fundamental para un buen análisis del estado de la envolvente de los edificios, para localizar posibles puentes térmicos, defectos de aislamientos, humedades, condensación, y muchas otras patologías de los edificios.
También en el sector industrial, donde siempre o casi siempre, el calor es una de las variables que deben estar controladas en los procesos de fabricación de componentes, o las propias instalaciones eléctricas de las industrias y de cualquier sector.
La termografía infrarroja permite localizar puntos calientes y anticipar los fallos del componente que podría suponer una parada de producción o avería, incluso un incendio.
Los Drones nos permiten colocar la cámara termográfica , perpendicular al objeto y sobre éste, permitiendo obtener una imagen que hasta ahora no se podía tomar con las termografías realizadas a pie.
La posición del observador, y de la cámara, frente al objeto que se analiza es muchas veces fundamental para poder realizar un correcto diagnóstico.
Nos interesa termografiar desde el aire:
- Cubiertas: uno de los puntos débiles de todo edificio, desde el punto de vista energético. La inspección desde el aire permitirá captar la máxima intensidad de radiación y eliminar todas las fuentes de reflexión posibles, además de disponer de una imagen global de la misma y no partes de ella
- Envolvente: Puede ser interesante realizar un vuelo para poder inspeccionar las partes altas del edificio, zonas inaccesibles como terrazas o encuentros de fachadas.
- Escala de barrio: Es interesante hacer comparación con toros edificios del entrono, y asi determinar la eficiencia energética de un barrio